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México brilla donde menos miramos: los talentos invisibles del deporte y la lección para las empresas

En México solemos aplaudir el fútbol, el boxeo o los deportes que ocupan los titulares, pero muchas veces ignoramos a atletas que están brillando a nivel mundial en disciplinas poco conocidas. Lo mismo ocurre en los negocios: seguimos las tendencias y dejamos de ver áreas o talentos que, bien desarrollados, podrían marcar la diferencia.


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En los últimos meses, varios nombres han puesto a México en alto en terrenos poco visibles. Luis Carlos López ganó oro y rompió el récord mundial en lanzamiento de disco F37; Rogelio Guerrero, joven prodigio de las matemáticas, conquistó dos medallas de oro en la Olimpiada Internacional; Jonathan Salinas rompió el récord de América en lanzamiento de bala F54; Eliezer Gabriel Buenaventura fue quinto del mundo en jabalina F46; Gloria Zarza, Osiris Machado y otros atletas paralímpicos sumaron oros y récords en Nueva Delhi; y Alegna González volvió al podio mundial en la marcha de 20 km tras años de críticas y lesiones.


Estos logros tienen algo en común: resiliencia, innovación, disciplina y un talento capaz de trascender, aunque los reflectores estén en otro lado. Son historias que muestran que México no carece de talento, sino de una mirada más amplia para reconocerlo y desarrollarlo.


El paralelismo con el mundo empresarial es claro: en muchas organizaciones se apuesta siempre por lo seguro, por lo que da resultados inmediatos, por las “estrellas” de siempre. Pero, como en el deporte, las grandes sorpresas surgen cuando alguien decide invertir en lo inesperado.


Recomendaciones para las empresas


  1. Mapear talentos invisibles: no solo fijarse en los más visibles, también en quienes trabajan en silencio y con constancia.

  2. Invertir en proyectos experimentales: como semilleros, requieren paciencia pero pueden dar frutos enormes.

  3. Valorar la resiliencia más que la inmediatez: el esfuerzo constante genera retornos sostenibles.

  4. Crear una cultura de exploración: abrir espacio a ideas no convencionales.

  5. Visibilizar lo distinto: reconocer a quienes sobresalen en áreas poco vistas.

  6. Aprender de la crítica y el error: convertir la presión en motor de mejora.

  7. Diversificar las apuestas: abrir horizontes más allá de la tendencia principal.


México necesita mirar más allá de lo obvio. Así como en el deporte hemos encontrado medallas en disciplinas silenciosas, en los negocios podemos hallar ventajas competitivas en lugares inesperados. La pregunta es: ¿estamos listos para descubrir y apostar por nuestros talentos ocultos?




Bibliografía y fuentes consultadas

 
 
 

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